La idea de maquillar las antenas tanto de telecomunicaciones como de distribución no es nueva: en Chile vemos ya sin sorpresa como nos llenamos de palmeras que nacen de forma espontánea en casas particulares, plazas y parques. En el extranjero, diferentes iniciativas se han realizado con este fin: la oficina de diseño Choi +Shine, con base en Massachussets, diseñaron antenas en forma de cuerpos humanos. El proyecto, conocido como "tierra de gigantes", da la idea de colosos metálicos deambulando uno tras otro a través de valles y cerros. De la misma manera, la oficina de arquitectos Archenotype, desarrollaron un prototipo más sofisticado con el objetivo de dar cualidades estéticas a las estructuras metálicas. Sin duda que el aporte que pueden hacer artistas, diseñadores y arquitectos es extremadamente valioso, haciendo de las antenas piezas urbanas interesantes, dando valor a proyectos de urbanismo convirtiéndose algunos de ellos en destinos obligados en ciudades europeas. Pero no seamos ingenuos, siguen siendo antenas: este llamado es una manera creativa de usar profesionales con el objetivo de cubrir las externalidades que implica ese mercado cual es la contaminación visual de la ciudad y una supuesta manera de reducir el impacto que producen las antenas en la ciudad.
Hoy en Chile hay aprox. 6.524 antenas. En la RM 2.236 y la tendencia es al aumento. Somos Cyborgs: mitad humano mitad tecnología, como definía Bill Mitchell, ex director del Media Lab del MIT a este fenómeno. El uso de tecnologías de información es un avance maravilloso en la vida de las personas. Hoy es normal conversar mirando la cara a una persona ubicada (...)
Leer columna completa en nuevo sitio FAU Opina