Por el Departamento de Geografía – Universidad de Chile
Raúl Sánchez fue parte de las primeras generaciones de geógrafos formados en la Universidad de Chile a fines de los años 60, y su compromiso con el desarrollo del país lo llevó a desempeñarse durante más de cinco décadas en los ámbitos públicos y académicos. Aportó con lucidez y rigor al estudio de los recursos naturales, a la planificación rural y al ordenamiento del territorio, dejando una huella indeleble en instituciones como el IREN-CORFO, el CIREN y el Instituto de Promoción Agraria (INPROA). Trabajó durante años en Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), lo cual compatibilizó con años de trabajo docente en nuestra carrera de geografía. En especial, se recuerda su valioso aporte de más de una década en el curso Geografía Integrada III, dedicado al diagnóstico y planificación territorial rural, en donde compartía no sólo sus conocimientos teóricos, sino también su visión y experiencia profesional a los/as estudiantes de 4to año de la carrera.
Quienes fuimos formados por él o trabajamos junto a él sabemos que no sólo enseñaba geografía, sino que encarnaba sus valores más esenciales: el arraigo en el territorio, la preocupación por los más postergados y la responsabilidad de usar nuestro conocimiento para el bien común. Así lo reflejó también en su obra publicada, como su libro “Ordenamiento Territorial” (2001), donde propuso una definición que sigue vigente: el ordenamiento como la armonía entre actividades humanas y las formas del espacio. Esta obra está disponible en el repositorio de IICA https://repositorio.iica.int/items/b0403434-fee2-4199-a350-f60a73a93f90
Su docencia fue siempre generosa, humilde, clara. Raúl supo enseñar con mapas, sí, pero también con historias, preguntas y humanidad. Quienes lo conocieron, recordarán siempre su mirada pausada, su sabiduría serena y su compromiso ético. Hoy lo despedimos, pero su legado permanece entre nosotros.
Al conocerse su partida, han sido muchos los mensajes que han llegado a su libro virtual de condolencia. Queremos compartir algunos de ellos, que expresan con sencillez la enorme estima que supo cultivar:
“Un maestro sabio, siempre humilde, que enseñaba con respeto y convicción. Deja una huella indeleble en quienes fuimos sus estudiantes.”
— Gabriela Guevara, académica
“Raúl fue un verdadero maestro, que supo enseñar con profunda sencillez el oficio de geógrafo que ejercía sabiamente. Siempre será recordado como un maestro. Buen viaje querido Raúl.”
— Enrique Aliste Almuna, Profesor Titular de nuestro Departamento
“Compartimos trabajo, territorio y amistad. Siempre buscó hacer lo mejor para los campesinos. Imponía respeto con su sola presencia, pero sobre todo con su calidad humana.”
— Sergio Fuentes, ex colega en INPROA
“Nos enseñó que la geografía se hace en terreno, con compromiso. Que no basta mirar el mapa: hay que conocer a la gente, caminar sus caminos, entender su dignidad.”
— Comentario anónimo en biocondolencias.cl
Este tipo de mensajes —que se multiplican con gratitud y cariño— nos recuerdan que más allá de sus aportes técnicos y metodológicos, don Raúl fue un maestro de vida. Su fallecimiento representa una pérdida profunda para nuestra comunidad, pero también un momento para valorar su ejemplo y proyectar su legado en los desafíos que hoy enfrenta nuestra disciplina.
A nombre del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, enviamos nuestras más sentidas condolencias a su familia, amigos y colegas. Honramos su memoria comprometidos a seguir cultivando la geografía crítica, pública y territorial que él encarnó.
Descansa en paz, querido Raúl.