Con la participación de 22 personas, de las cuales 10 fueron estudiantes, funcionarios(as) y profesores(as) de la FAU junto con dirigentes sociales, profesionales de ONG, trabajadores de empresas, entre otros, se realizó el taller que buscó entregar herramientas de resolución de conflictos.
"El conflicto es consustancial a la convivencia humana. No es posible vivir sin conflicto. Pero al mismo tiempo, la paz social requiere que seamos capaces de solucionarlos constructivamente. En esa labor, las Universidades tienen un rol esencial, tanto para comprender la naturaleza del conflicto como para brindar herramientas útiles para la transformación positiva de estos", plantea el Centro Naser en su Manual Nansen para facilitadores de Diálogo y transformación de conflictos.
La instancia fue desarrollada por el equipo del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, con la exposición virtual del director de la misión en Chile, Alfredo Zamudio. Es una actividad en formato de taller en la que se compartirán herramientas que pueden ser útiles para crear espacios más dialogantes.
La asistente social de la FAU Miriam Leyton fue una de las participantes de este encuentro. "El taller consistió en entregarnos herramientas para el diálogo como facilitador de culturas y de entornos de paz. Aprendimos que dialogar es mucho más que conversar, dialogar no es debatir, principalmente el diálogo implica escuchar al otro y desde ahí iniciar un intercambio de nuestras posturas, ideas y visiones,y en lo posible llegar a acuerdo, si hay un conflicto ser capaces de dialogar".
En tanto, para Nina Muñoz representante estudiantil "el taller fue súper nutritivo en términos de conocimiento y también el hecho de poder conocer gente, relacionarse con personas de distintos ámbitos, hay personas muy secas que tienen muchos estudios y experiencia en la temática. El saber dialogar le hace mucha falta a la sociedad, por ello este taller fue muy positivo".
Finalmente, tal como lo señalan las profesionales de la DAE, "en la Facultad el Diálogo se presenta como una potente herramienta de resolución pacífica de conflictos a nivel triestamental, pero especialmente para líderes y lideresas estudiantiles, quienes están en permanente contacto con las necesidades y tensiones de la comunidad estudiantil. Es muy importante promover liderazgos democráticos y dialogantes, que sean capaces de reconocer el valor de las diferencias, construyendo puentes de confianza".