¿Cómo llegaste de la FAU al lugar donde trabajas hoy en día?
Llegué a la Región de Aysén gracias a que realicé mi práctica profesional en el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP). Durante esa estadía, me enamoré de la geografía de la zona, lo que me motivó a proponer al mismo centro la realización de mi tesis de pregrado. Esta consistió en un estudio integral de la morfología del Fiordo Puyuhuapi, ubicado en la Región de Aysén. Para ello, realicé una revisión exhaustiva de estudios oceanográficos previos proporcionados por el CIEP y llevé a cabo un muestreo en la cabecera del fiordo utilizando una ecosonda, lo que me permitió obtener datos de profundidad y generar imágenes sonográficas.
Con esa información, desarrollé un modelo batimétrico tridimensional del tramo comprendido entre Puerto Puyuhuapi y Paso Galvarino. Luego, analicé las imágenes ecosonares para identificar los tipos de fondo marino presentes, y verifiqué estos resultados mediante la recolección de muestras sedimentológicas. Al finalizar mi tesis, fui invitada a integrarme como asistente de investigación en dos proyectos Fondecyt (Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico) relacionados con el estudio oceanográfico del fiordo, lo que marcó el inicio de mi camino profesional en esta área.
¿Cuáles son los temas que estás trabajando en la actualidad?
Actualmente me desempeño como asistente de investigación en la línea de Ecosistemas Acuáticos, específicamente en el área de oceanografía. Participo activamente tanto en campañas de terreno como en actividades de laboratorio y análisis de datos.
Los proyectos que estamos desarrollando estudian cómo los fiordos de la Patagonia chilena responden a distintos impactos, tanto naturales como humanos. Por un lado, estudiamos cómo las bacterias reaccionan frente a distintos tipos de materia orgánica disuelta en el agua, ya sea producida por las algas o proveniente de fuentes externas como los ríos o la salmonicultura. Esto es clave porque, cuando hay exceso de materia orgánica desde tierra, las bacterias consumen más oxígeno, lo que puede afectar negativamente a otros organismos marinos. (Proyecto liderado por Dra. Paulina Montero).
Por otro lado, analizamos cómo los aportes de agua dulce, como lluvias, ríos o el derretimiento de glaciares, influyen en las microalgas, especialmente las diatomeas, y en el ciclo del silicio, un nutriente esencial para ellas. Estudiamos cómo se recicla ese silicio y cómo cambian sus características químicas a medida que se mueve por el ecosistema. (Proyecto liderado por Dr. Giovanni Daneri).
Ambos estudios buscan entender mejor cómo funcionan estos fiordos, cómo responden a las presiones humanas y ambientales, y cómo podríamos protegerlos frente al cambio climático y otras amenazas.
¿Qué es la oceanografía, cuál es su importancia y por qué te interesa?
La oceanografía es la ciencia que estudia los océanos en sus distintas dimensiones: físicas, químicas, biológicas y geológicas. Su importancia radica en que nos permite entender cómo funcionan los océanos, su influencia en el clima global, su biodiversidad y su rol fundamental en la vida humana.
Me interesa porque los océanos son la base de la vida en la Tierra: generan gran parte del oxígeno que respiramos, regulan el clima y albergan una biodiversidad impresionante. Sin embargo, aún sabemos muy poco sobre ellos, y eso limita nuestra capacidad para protegerlos. Estudiar el océano es, para mí, una forma de contribuir al conocimiento y a la conservación de uno de los sistemas más vitales del planeta.
¿Qué le dirías a las y los estudiantes de geografía que les interesa el tema (o por qué debieran interesarse)?
Les diría que la oceanografía es una extensión natural del interés geográfico. Los océanos no solo moldean el paisaje costero, sino que también influyen en el clima, la biodiversidad y las actividades humanas. Comprender los procesos oceánicos permite tener una visión más completa e integrada del planeta, lo cual es esencial en la geografía.
Además, estudiar el mar nos ayuda a ver el mundo desde una perspectiva más amplia, interconectada y sistémica. Por eso, les invito a mirar hacia el mar, aún queda mucho por descubrir y comprender.