El desafío fue organizado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) con la colaboración de la Corporación Déficit Cero, el Consejo de Construcción Industrializada del MINVU, CTEC y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, dando el puntapié inicial al reto el año 2022, que consistió en generar prototipos de viviendas industrializadas, aportando así nuevas soluciones desde el sector de la construcción para la Micro Radicación, bajo las normativas del MINVU.
Soluciones habitacionales de acuerdo a las demandas de la ciudadanía
Se trata de alternativas de construcción que son más rápidas, de menor costo, más sustentables y que buscan hacer frente al déficit habitacional del país que alcanza las 640.000 viviendas. La característica más singular de esta iniciativa es que busca dar respuesta a las familias que se encuentran allegadas pero que no desean cambiarse del sector en el que viven, de ahí el concepto Micro Radicación.
Según estudios de la Universidad de Chile y de la CChC, así como datos de la Encuesta Casen, entre el 64% y 80% del déficit habitacional corresponde a familias en alguna situación de allegamiento, de éstas el 80% no desean cambiarse del lugar donde viven actualmente con sus familias.
“Esta situación no se resuelve con grandes paños de terreno disponibles para desarrollar nuevos conjuntos de vivienda social. Casi 2 de 3 familias prefieren quedarse donde actualmente residen y eso cambia la política habitacional. Aquí es donde surge la Micro Radicación, una estrategia que establece a las familias en el mismo espacio en vez de moverlas a otros barrios o comunas” explicó Juan Pablo Urrutia, académico FAU y quien lideró desde la Universidad de Chile la alianza con la Cámara Chilena de la Construcción.
El desafío, tanto para las políticas públicas como para la industria, detalló el Prof. Urrutia, es que se debe intervenir de manera individual viendo el caso a caso. Son terrenos que habitualmente tienen entre 160 a 200 m2 de superficie en estructuras prediales del tipo 9 metros de frente por 18 metros de fondo. “Por ello es que se entiende como una intervención micro”.
“El Reto Vivienda Industrializada no fue un concurso de arquitectura, sino una oportunidad entre el trabajo que estaba haciendo la Cámara respecto de industrialización y el trabajo que estaba haciendo la FAU respecto a la micro radicación. Ahí vimos la oportunidad de hacer sinergia y que aportara en esa dirección. El desafío era una vivienda exigente en cuanto a la solución, la micro radicación implica desafíos logísticos, son lugares pequeños de difícil acceso, por tanto la solución era compleja”, sostuvo Claudio Cerda, vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC);
Asimismo, Cerda señaló que el reto se cimentó en los beneficios de la construcción industrializada, “los tiempos de construcción son menores, hay menor dependencia de las condiciones climáticas, hay mayor control de los procesos, menor costos en mano de obra y en insumos, mayor productividad y además genera menos desecho y menos impacto ambiental. Son soluciones más rápidas, más sustentables y una mejor y controlada calidad, que resultan necesarias para paliar el problema que tenemos de déficit habitacional”, explicó.
Las propuestas
Fue así como 11 consorcios aceptaron el desafío. Los consorcios son asociaciones de empresas capaces de abarcar todo el proceso de construcción. De esta manera, propusieron viviendas para los terrenos denominados “Operación Sitio”, equivalente a sitios de 9 x 18 metros, bajo los requerimientos y exigencias de la normativa urbanística y ajustada a los montos de subsidios habitacionales del MINVU. Para que toda esta información se manejara detalladamente por los participantes, la CChC, CTEC y la FAU realizaron capacitaciones a las empresas.
Las 11 propuestas resultantes de los consorcios, tienen características similares, son de fácil montaje, con piezas prefabricadas listas para armar, pudiendo construirse entre 24 horas a 10 días, dependiendo de la propuesta específica. Su materialidad es de acero en su mayoría, madera u hormigón, las dimensiones son entre 40 a 60 m2, entre 2 a 4 pisos y el valor oscila entre 18 a 27 UF el m2.
Finalmente se realizó una selección en el que los y las expertas evaluaron cada una de las soluciones habitacionales. La propuesta ganadora fue aquella presentada por las empresas AXIS, Grupo CINTAC y Consolida, que realizó una vivienda industrializada en altura a través de tres departamentos de 60 mt2 aproximadamente, siendo su estructura principal en acero.
Se observa este material como un gran aliado por la escasez hídrica, siendo una solución duradera, ligera y de fácil montaje, con capacidad de construir 130 viviendas al mes y 5.000 en cinco años, generando las utilidades necesarias para contar con inversionistas y para que el negocio sea escalable.
El informe que contempló el proceso y los resultados fue presentado en el auditorio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) y contó con la presencia de Claudio Cerda, vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC); Juan Pablo Urrutia académico FAU e investigador de Micro Radicación; Daniel Opazo, en representación del Decano FAU, Prof. Manuel Amaya, quien valoró esta alianza que permite aportar a las políticas públicas desde un trabajo conjunto entre la academia, el sector privado y sector público.
Asimismo participaron Carolina Briones del CTEC; Gabriel Lagos de la empresa Consolida; representantes de la empresa Baumax y CINTAC, así como de los diversos consorcios de la construcción que participaron del Reto Vivienda Industrializada.