en tiempo irreal (parte 1 de 3)
Este es el primero de tres reportes retrospectivos de lo vivido la semana pasada en Milán, mientras aún remojo los pies en salmuera. Todo el contenido de estos reportes tienen una semana de retraso y no es por flojera. El tiempo útil en una semana como ésta debe dedicarse a patiperrear y aprovechar de salir lo antes posible y volver cuando se agotaron los panoramas (o el presupuesto del día). Así, el tiempo que queda para escribir se hace cada vez más corto y el descarte de fotos, cada vez más difícil.
La Semana del Diseño de Milán comenzó en realidad el lunes 8, pero "Il Salone" parte un día después. Eso le da un día de ventaja a quienes venimos a mirar y "encerrarnos" en Rho Fiera (viaje de media hora en metro desde el centro). Zona Tortona y Zona Brera ya están en modo Salone desde ese primer día. Yo recomendaría siempre partir por el Museo Temporal para el Nuevo Diseño (Temporary Museum for New Design > TMND), previa acreditación, por supuesto. En un espacio enorme que se llama Superstudio Piu, se reúnen anualmente una serie de agencias, colectivos, mini-empresas y otras nada de mini como Hyundai (instalación Fluidic y Led7 Concept Car). Diseño industrial, de productos, equipamiento e interiores son lo principal, junto a un par de manifestaciones de diseño conceptual (nuevos medios) muy cercanos al arte. En este espacio multinacional y multicultural convergen emprendedores (Thailand's Slow Hand Design), ganadores de premios europeos de diseño (Thule Pack n' Pedal) y empresas consagradas (LG Hausys). Esto abre una oportunidad imperdible muy similar a la del Salone Satellite o zona Ventura Lambrate, que es ver a los que ya no son "rookies" (novatos) y que podrían ser los nuevos "trendsetters" (instaladores de tendencias). Para quienes vienen a hacer negocios, se trata de apostar a futuro y realizar alianzas, pedir representaciones o simplemente encargar productos como concesión o re-venta. Parte del concepto "vanguardia" implica incomprensión (lo nuevo no puede ser comprendido mientras surge) y por lo tanto el instinto y el ojo educado son lo único fiable a la hora de apostar. De eso se tratan los espacios como éste, en parte.
El lunes 8 lo pasé entre Zona Tortona patiperreando y en el TMND, que nunca pensé que me tomaría desde después de almuerzo hasta que nos echaron a no sé qué hora. Uno debiera hacer una especie de relación entre la cantidad de expositores en un espacio y el tiempo promedio de visita a cada uno (¿Mínimo 3 minutos?) en orden a no autoimponerse un ritmo ficticio. Eso me pasó en Superstudio Piu y la agenda del día se me fue de las manos.
Dentro de todo lo visitado ese día, me quedo con dos cosas.
La primera es la tendencia de este año a reinterpretar y resignificar productos materiales, formas y procesos muy tradicionales, con nuevos lenguajes y nuevas tecnologías, como la lámpara desmontable de Beau&Bien; estructura de policarbonato traslúcido, con una batería en su base que se conecta a un enchufe de "espina" como el de los hervidores eléctricos ubicado en el pedestal. ¿Innovación o mejora? Hay más ideas que refuerzan esta tendencia, como combinaciones de mármol con tecnología LED y sensores de movimiento; artesanía en corte láser, impresión 3D o CAD/CAM; sillones hechos con el sistema de espira continua utilizado tradicionalmente en colchones, pero a la vista, solo por citar algunos.
La segunda es Lith Lith Lundin. Una empresa muy pequeña de Suecia formada por Erik Lith, Martin Lith and Hannes Lundin; un experto en marketing, un diseñador industrial (hermanos entre sí) y un técnico en carpintería. Este equipo se conforma en Torsåker el 2012, con la misma disyuntiva de todos los emprendedores… "Qué #≠ø†µ§¶ producir". La decisión será el resultado de catastrar los proveedores que tienen disponibles en un perímetro de 50km. Una solución sorprendente por lo simple e inteligente a la vez. Así, sus muebles (que pueden ver en www.lithlithlundin.se) están hechos con el cuero, la madera y las tinturas de la zona. Todo es de origen local y su capacidad de producción es proporcional a la demanda de baja escala, hasta ahora. Es decir son exitosos sin ser masivos, porque su modelo de negocios funciona. Esto implica además una baja huella de carbono, la generación de una identidad local en cuanto a diseño (porque todo proviene de un sector apuntable con el dedo) y un sistema simbiótico semi-cerrado o autónomo… O sea un modelo más que sustentable, mientras crezca bajo control. De verdad una sorpresa y una tremenda lección sobre el sentido, el rol y la estética del diseño, que en este caso es producto de una mirada conciente y reflexiva.
Para terminar el día, y como corresponde a la Milano Design Week, terminamos con un aperitivo en el "ice bar"; un bar de hielo a la escandinava que lo que tiene de original (aunque ya no tanto) y bello lo tiene de incómodo y resbaloso. No se entienda como queja, pues el ambiente y el prosecco (espumante italiano equivalente a una champaña brut ligera) eran para no querer irse de ahí. Pero como todo lo bueno, se terminó antes de tiempo y la energía que queda, hay que usarla para volver a casa. Esta semana realmente te convierte en atleta.
Ya les contaré cómo fue el primer día de Salone del Mobile + Salone Satellite. Aún estoy ordenando las ideas y eligiendo fotos. Ojalá les guste el reporte.
Abrazos desde la primavera temperamental de Milán.
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