Fue la primera piscina pública temperada construida por iniciativa del Estado; ha sido escenario de destacadas competencias y acontecimientos ligados a la historia de la natación en Chile y es uno de las obras más conocidas del legado del destacado arquitecto Luciano Kulczewski. Por estos atributos, el equipo conformado por los arquitectos de la Universidad de Chile María Magdalena Barros, Pamela Domínguez y Christopher Henry Dabrowski (este último de origen polaco con Postítulo en Conservación y Restauración Arquitectónica en la Universidad de Chile), quieren reconocer este emblemático edificio y obtener la declaratoria de Monumento Histórico de la Piscina Escolar de la Universidad de Chile, a través de un proyecto FONDART.
Esta iniciativa tiene su génesis en las Jornadas Patrimoniales de la Universidad de Chile, desarrolladas en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo el año 2011, ocasión en que el equipo presentó el caso de la Piscina, dando cuenta de las condiciones en las que se encontraba el edificio y la necesidad de devolverle su carácter original.
El proyecto Fondart: “Elaboración del Expediente para obtener la declaratoria de Monumento Histórico de la Piscina Escolar de la Universidad de Chile”, tiene como objetivo principal, la presentación de los valores históricos, culturales, arquitectónicos, sociales, constructivos y estilísticos, que han hecho de este inmueble una pieza emblemática de la arquitectura de nuestro país.
El expediente contempla la recopilación de antecedentes iconográficos, planimétricos, documentos y relatos que contribuyan a dar cuenta de la historia, características y relevancia de la construcción. Material acompañado por un legajo de planos, correspondiente al levantamiento del edificio.
“La construcción no ha sufrido modificaciones importantes, que desvirtúen su valor. Sin embargo el edificio enfrenta una gran problemática, que radica principalmente en el deterioro de las fachadas del edificio y de su entorno próximo. La pérdida de elementos originales, el adosamiento de estructuras precarias que facilitan el vandalismo, la proliferación de afiches y grafitis en muros y vanos, y la inapropiada utilización de los espacios públicos en torno a la piscina, son algunas de las constataciones que ilustran un cuadro poco virtuoso, que se espera revertir, a través de lineamientos y una fuerte acción de difusión que grabe en la retina y en el corazón de los habitantes, el cuidado, respeto y conservación por este original e histórico edificio”, explica una de las arquitectos del equipo, Magdalena Barros.
El proceso de postulación a este Fondart ha contado con el patrocinio y apoyo de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos de la Universidad de Chile, Dirección de Deportes y Actividad Física de la Universidad de Chile, Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Embajada de la República de Polonia, Colegio de Arquitectos, Comité de Patrimonio del Colegio de Arquitectos, Cultura Mapocho, Instituto Varsovienne y Bicipaseos Patrimoniales.
Asimismo, el interés de la comunidad por el caso de la Piscina, se ha manifestado en las distintas instancias de difusión que el equipo ha realizado, incluyéndose entre éstos el Día del Patrimonio de la Universidad de Chile [Piscina Escolar, noviembre 2012], Escuela de Verano Luciano Kulczewski [GAM, enero-febrero 2013], Bicipaseo Patrimonial [Entorno Piscina Escolar, febrero 2013] y Presentación en Universidad Tecnológica Metropolitana [UTEM, abril 2013].
El Proyecto Fondart dedicado a la Piscina Escolar de la Universidad de Chile, contempla la presentación de los resultados a través de exposiciones en la FAU, el Colegio de Arquitectos y la misma piscina.
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