El eslogan de la campaña de José Antonio Kast dicta: Atrévete. Podremos estar de acuerdo o no, sobre si funciona como mensaje político. Seguramente a sus adherentes les parecerá una genialidad y a sus detractores, una burrada. Con sesgos ideológicos, así funciona la política. Un asunto que sí podríamos enjuiciar de forma un poco más distante de esos nublamientos, es la creatividad, o más bien, la originalidad.
Creatividad es sinónimo de “pensamiento original”, en ambos casos tiene que ver con lo novedoso, con aquello que da origen a algo nuevo. En 2016, JAK hizo una referencia a esta idea, cuando escribió en Twitter: “Al #EstamosConMarco le fue igual de mal que al #BacheletEstoyContigo parece que ya no les queda nada de creatividad”. Ciertamente Kast tenía razón, estaba haciendo un juicio a la precariedad creativa de repetir la idea de “acompañar” o “estar con”, nada nuevo bajo el sol.
El logotipo de una campaña política debería ser una especie de foto de las ideas de la candidatura, un pequeño retrato tal vez (en sentido metafórico), o poseer al menos, un lenguaje compatible con las ideas esenciales que se proponen. Las formas de las letras, las terminaciones, detalles de estructura y colores, buscan fijarse en la mente de las personas y que estas logren –inconscientemente– asociarlas a un imaginario de campaña. El logo siempre está presente, en la tele, en la web y en la calle, busca remitirnos a la candidatura.
El logotipo de la campaña de Kast, me parece, plásticamente hablando, una buena propuesta. Mejor incluso que el de otros candidatos o candidatas. Mejor incluso que el de candidatos por los que he votado. Pero, desde un punto de vista creativo, carece de originalidad.
Existe varios sitios donde se pueden encontrar rápidamente y a muy buen precio, plantillas de piezas comunicacionales de toda índole, desde fotografías hasta logotipos. Una de las plataformas de mayor renombre es Shutterstock. Las plantillas se han vuelto tan específicas que basta con escribir un par de palabras clave y aparecen todo tipo de opciones, por ejemplo si ingresamos al sitio y escribimos “K logo” en el buscador, aparecerá esto:
Se trata de unos de los pocos logos con letra K asociado a política, específicamente a una campaña. En su descripción se lee lo siguiente (donde dice “marca de verificación” léase “ticket”):
“Letra K con marca de verificación. Símbolo gráfico de la campaña electoral. Cartel de voto con la letra K. Logo vector para candidato presidencial o alcalde”
Lo curioso, es que más allá de las semejanzas estructurales entre esta plantilla y el logo de Kast, hay que mirar la descripción. En el sitio oficial de la campaña de Kast e puede descargar el kit Kast y entre todas las piezas de campaña, está el manual de marca, en donde se puede ver la siguiente explicación respecto a la creación del logotipo.
Quiero volver a decir que no me parece que esto sea un plagio. Solo apunto a poner en evidencia la falta de originalidad, y desde ahí plantear una discusión en torno a la superficialidad con la cual en ocasiones se aborda el diseño en las campañas políticas. Toda propuesta política es también una propuesta estética. El hecho de que los conceptos esenciales de una candidatura se resuman en un ticket o marca de verificación de forma tan categórica, nos lleva a preguntarnos si realmente este gesto representa de alguna manera al candidato y su propuesta ¿Esa correspondencia entre forma y contenido no importa? Si el candidato promoviera por ejemplo, la libertad y el patriotismo ¿Cómo el ticket es representativo de aquello? ¿Hubo en el proceso de diseño una búsqueda lo suficientemente profunda? Quizá sí, quizá no. Lo que sí sabemos, es que la idea central del logo no es nueva, pues la plantilla con la cual el logo de Kast tiene semejanzas, es una de las piezas más descargadas del sitio, alta en popularidad y utilizada con mucha frecuencia.
La crítica aquí dispuesta, pretende promover procesos de diseños maduros, reflexivos, hechos con tiempo suficiente y recursos necesarios, busca relevar una visualidad comunicacional profunda por sobre una cosmética, persigue fomentar la creatividad y originalidad para evitar malos entendidos, como lo que ocurrió hace algunos días con la canción ‘Los momentos’ de Eduardo Gatti. Ahí coincido nuevamente con Kast, cuando dijo: “no me gustaría que alguien se aproveche de la creatividad de otra persona para usarla políticamente”. No pues, no sería justo, por lo mismo: ¡Atrévete con el diseño!
Lee aquí la nota original en El Desconcierto.
