Rodrigo Mora, Geraldine Hermann y Tomás Cox, urbanistas especialistas en movilidad sustentable y planificación urbana y académicos de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, son las y los expertos a cargo de esta investigación llamada "Los ciclos y sus conflictos con otros modos de transporte: un análisis en calles de Santiago". El estudio, basado en una encuesta aplicada a 577 personas que utilizan este medio de transporte, identificó una serie de complicaciones y dificultades a las que se ven enfrentados las y los ciclistas en la capital.
“La interacción entre la bicicleta con micros, autos, camiones, o incluso peatones, ha sido históricamente dominada por el foco en los accidentes. En general, dado que los accidentes leves raramente se reportan, los que se estudiaban eran los graves y fatales, siendo la tónica hasta hace unos ocho años atrás”, describe el académico y urbanista Rodrigo Mora sobre el escenario previo al aumento del uso de la bicicleta de los últimos años.
Pero ese no fue el único cambio. Como advierte el profesor Mora, en 2018 el International Transport Forum en su cycling summary, llamó a cambiar el foco sobre el estudio de la bicicleta, atendiendo a todos estos conflictos menores. “Investigadores señalan que la razón de que hay países con poca participación de la bicicleta en los viajes (como Reino Unido hasta hace poco) se debe a que existe un alto miedo a andar en bicicleta porque la gente presencia o participa permanentemente en estos conflictos menores. Este estudio busca justamente entender esos 'conflictos' en las calles de Santiago”, detalló el especialista.
Resultados de la investigación
La investigación, financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, evidenció que la mayor fuente de conflictos corresponde a los automóviles particulares. Un 53% de las y los ciclistas entrevistados en la investigación dijo tener conflictos de manera frecuente o muy frecuente con ellos, seguido por los taxis con un 44%. En tercer lugar, se ubican las motocicletas y buses con un 26%. Finalmente, los scooters -cada vez más frecuentes en nuestras calles- alcanzan el 7,6%.
Junto con la encuesta antes mencionada, el equipo de investigación registró seis calles ubicadas en las comunas de Providencia (sector los Leones con Eliodoro Yáñez). A diferencia de un estudio previo, esta investigación sumó el aspecto observacional que examina la conducta real (no la conducta declarada) de las personas. Para ello, grabaron un total de 180 horas entre los meses de julio y septiembre de 2023.
El análisis de las imágenes permitió registrar los conflictos e información de quienes los producían. Se registró el modo, género, edad aparente, si las personas estaban escuchando música, si usaban luces cuando había que hacerlo, si usaban casco, si conducían solo con una mano, sin mano o si zigzagueaban.
Las imágenes permitieron observar a 5.437 personas, de las cuales 519 conducían scooters eléctricos (9,5%); 4.478 eran bicicletas convencionales (82,4%), 274 bicis con motor (5%) y 134 bicis públicas (2,5%). Los hombres, en tanto, fueron el 75,5% de la muestra, mientras que las mujeres fueron el 24,5%. En los registros audiovisuales también se registraron las faltas a la normativa. Cabe destacar que el 56% no incurrió en ninguna falta.
La mayor falta fue circular sin casco, alcanzando el 32,6% de los ciclistas. Le siguen el andar en la vereda con un 16,8%, circular sin luces con un 16,2%; circular en contra del flujo con un 15,9%; y, finalmente, andar con audífonos con un 8,8%. Respecto a los conflictos, se registraron 60, de los cuales 36 fueron resueltos mediante una interacción entre automovilistas y ciclistas/scooters, mientras 24 fueron casi accidentes, en los cuales las partes debieron maniobrar rápidamente para evitarlo.
Sobre estos hallazgos, el académico Rodrigo Mora destacó que estudiar este tipo de conflictos es “necesario para gestionar las ciudades, especialmente para mejorar la seguridad de las personas que se mueven de manera más sostenible por la ciudad”. Todo esto, considerando que los ciclistas y usuarios de scooters, han crecido de manera importante en ciudades como Santiago, pero este crecimiento puede ir acompañado de problemas viales especialmente para peatones. Estudiar estos fenómenos es clave para proponer medidas de solución que mejoren la calidad de vida de todos.