El proyecto ZonaCero, denominado así por su ubicación en la cadena sanitaria, busca evitar los contagios al interior de los recintos de salud, permitiendo realizar un diagnóstico a los pacientes con síntomas de la enfermedad, para posteriormente derivarlos según la evaluación médica.
“El proyecto es de valiosísima utilidad para responder adecuadamente a una pandemia. Es fundamental el principio de flujos segregados para pacientes con sospecha de coronavirus y los que acuden a una segunda consulta, cumpliendo con uno de los principios que rigen en las pandemias, que es evitar el ingreso de gérmenes al recinto hospitalario y poder dar una atención en un lugar especial implementado para cumplir con el aislamiento y, posterior a la atención, cumplir con una desinfección adecuada. Esto permite garantizar la seguridad del personal de salud y los pacientes siguientes.”, señaló el Dr. César Cortés Marín, Jefe del Servicio de Urgencia del Hospital Clínico José Joaquín Aguirre de la Universidad de Chile y académico de la Casa de Bello.
Con este propósito, los arquitectos, docentes y académicos Felipe López, Alastair Aguilera, Victoria Opazo, Luis Goldsack, Francis Pfenniger (en las filas superior e inferior de la imagen) y los estudiantes de arquitectura Andrea Quinteros, Benjamín Lagos y Florencia Stange (fila central de la imagen), elaboraron una propuesta que busca disminuir la probabilidad de contagios entre pacientes y personal hospitalario, además de evitar la congestión y disminuir la preocupación de la ciudadanía.
“El proyecto parte desde dos aristas unidas por el sentido de la colaboración. Una de ellas es la idea que germina en Sinestesia.cc, una consultora que se basa en metodologías colaborativas de la cual soy socio. La otra arista es la necesidad de ser y hacer Universidad de Chile, es decir, estar al servicio del país. Así, la idea evoluciona a una propuesta de arquitectura ante la rápida motivación y trabajo del equipo de la Facultad, y, finalmente, se transforma en un proyecto factible gracias a la vinculación del sector público, el sector privado y la academia. Pues la articulación y colaboración entre los distintos actores es clave para superar, no tan solo la pandemia, sino que todas las crisis a las que estamos actualmente sometidos: medioambiental, social, sanitaria y económica”, señaló Alastair Aguilera, coordinador del proyecto y académico de la FAU.
El primer módulo será instalado en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile José Joaquín Aguirre, ubicado en la comuna de Independencia. Asimismo, se está en conversaciones con la Posta Central para el emplazamiento de otra pieza.
La primera instalación en el J.J. Aguirre, estará montada aproximadamente en los próximos 15 días. Si bien los diseños y ajustes están en desarrollo y serán liberados para su libre reproducción, se están formalizando los aportes de material que realizará el sector privado, como el Instituto Chileno del Acero, ICHA, que reúne a importantes empresas del rubro.
El Director Ejecutivo de ICHA, Juan Carlos Gutiérrez, afirmó que el Instituto pondrá a disposición de sus asociados las especificaciones técnicas del proyecto para acelerar el suministro del material a nivel nacional y asegurar el desarrollo de la iniciativa. Asimismo, señaló que el proyecto de la U. de Chile, “demuestra la importancia del acero como material estratégico para la construcción de infraestructura de emergencia, necesaria para responder adecuadamente a la demanda de atención de salud que está provocando la pandemia en Chile y el mundo”.
Módulos de rápida construcción
El proyecto ZonaCero, apuesta por un diseño simple, un sistema prefabricado en base a una pieza que se repite y que permite distintas configuraciones, adaptándose a la complejidad y tamaño del recinto hospitalario. Con materiales que estén disponibles en todo el territorio y que sea posible de ser construido por industrias, pequeñas empresas o por maestros de la construcción.
Para los diseños y construcción de los módulos se consideraron principios básicos como la condición de una planta liberada para distintas configuraciones, adaptación del largo del proyecto ante requerimientos dimensionales variables, el bajo costo de la fabricación y la simplicidad de montaje, tecnología de fácil acceso en todas las regiones del país y sanitizable. Asimismo, el módulo asegura la ventilación, la resistencia a la lluvia, la protección frente a escorrentías de aguas lluvias, la posibilidad de variación del aislamiento térmico según el requerimiento geográfico y obviamente la accesibilidad universal.
El piloto se construirá con los estudiantes de la Escuela Nocturna para Obreros de la Construcción de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile (ENOC), que reúne a alumnos y alumnas que trabajan en el rubro de la construcción y que cuentan con una vasta experiencia en el área. Los maestros, ingenieros y arquitectos serán previamente capacitados por la Facultad de Medicina en el área de sanitización.
Asimismo, para su diseño se contó con la participación de las Facultades de Ciencias Físicas y Matemáticas, en todo el área de revisión del cálculo estructural, gracias al Director del Departamento de Ingeniería Civil Ricardo Herrera, y Medicina a través del doctor César Cortés del área de urgencia, logrando que el proyecto se aborde como Universidad de Chile.